En esta primera sesión se hizo la introducción del curso, compuesto por cuatro asignaturas: Cívica, Estudio Bíblico, Español e Inglés. La lengua extranjera enfatizará los contenidos que los estudiantes de los niveles primario y secundario deben saber pero que no reciben por la falta de profesores.
Los participantes pueden practicar cualquier religión o no profesarla, pero las facilitadoras tienen el criterio de que con el mismo se afianzan los valores destacados en la Biblia y en especial los de los Evangelios y las Cartas Paulinas.
Cada asistente recibió un mensaje, además de otras explicaciones para que pudieran compartirlas con sus padres. Las edades oscilan entre los 11 y los 14 años y estuvieron presentes también dos pequeños de primer grado quienes para las lecciones sucesivas tendrán actividades acordes a sus edades.
Muchos otros niños y adolescentes quisieron optar por la matrícula, pero se recurrió a la selección de un grupo no muy extenso para poder dar atención individual a quienes la necesiten. Se les entregarán los textos impresos y útiles escolares. Se anunció una Escuela de Verano en la que se incorporarán los que no pudieron hacerlo ahora.
Estas clases estarán a la par del curso escolar nacional. Son gratuitas e incluyen una merienda con receso entre un bloque y otro de asignaturas. El primero comienza a las 2 de la tarde con media hora de español y otra de inglés, receso y a continuación una hora en que se entrelazan cívica y el estudio de la Biblia.
El entusiasmo llega no solo a los jóvenes y niños sino a sus padres y familiares, así como a quienes les impartirán diferentes temas con toda la pedagogía y motivaciones, difíciles de encontrar en las aulas del sistema educacional de la Cuba actual porque es evidente que les serán de por vida provechosos.