Muchos peloteros cubanos sueñan con jugar en las grandes ligas norteamericanas. Foto: commons.wikimedia.org

Para ser sincero confieso que esperaba una o dos deserciones cuando más, quiero ser más explícito, prefiero llamarle escapes hacia la libertad, la palabra deserción más que otra cosa se vincula al sector militar. Retornando a este asunto de cualquiera de los atletas del equipo sub 23 de béisbol cubano que participa en su mundial en México, cuán lejos estaba de la realidad al saber que van siete estampidas hasta la fecha y corriéndose el riesgo que el número aumente antes que finalice ese torneo.

 

Existe mucha tela por donde cortar en este asunto, pero el principal responsable del desastre en que se ha convertido el pasatiempo nacional el béisbol, es la cúpula del régimen de La Habana. Para nadie es un secreto que el profesionalismo fue desterrado de la isla por Fidel Castro al triunfo de su revolución, a la pelota profesional le llamó la pelota esclava y que surgía en Cuba una nueva pelota, la pelota libre.

 

Se cumple el dicho que él que no quiere caldo le dan tres tazas, ya han esfumado los tiempos de la conmoción revolucionaria en las décadas de los 60 hasta los 80 y en particular la efervescencia revolucionaria de los atletas. A medida que los deportistas cubanos crecían en calidad y se alzaban con el máximo lauro en disimiles torneos, las glorias y los triunfos eran para el Estado y su máximo ¨líder¨ se tenía que cumplir la frase de los dictadores, Todo dentro del Estado y para el Estado, el deportista tenía que pagar todo lo que supuestamente el sistema comunista había hecho por él, no se puede dejar de mencionar que en aquellos tiempos los premios en metálico era obligatorio entregárselos al Estado.

 

¿Cuál es entonces la pelota esclava y la libre según ese eslógan? No es menos cierto que hoy en día muchos peloteros tienen contratos en otras ligas, ejemplo en el béisbol japonés la segunda mejor liga a nivel mundial, y de esa manera obtienen premios metálicos para ellos y su familia. Esto lo ha permitido el gobierno cubano porque computó muy bien sus cuentas y la mayor tajada se la llevan a su boca, por supuesto esta realidad no la publican, muy sabio de su parte.

 

La respuesta de las autoridades cubanas era de esperarse y como siempre culpando a las políticas de las administraciones norteamericanas, la gran realidad es que estos atletas han visto con mucho orgullo y alegría el triunfo de un gran número de peloteros cubanos y sus sueldos millonarios en la MLB para el bienestar de ellos y sus familias, han hecho realidad sus sueños los cuales nunca alcanzarían de estar aún jugando en la isla, no es pecado imitar a aquellos que eran sus ídolos cuando estos jóvenes todavía no jugaban béisbol.

 

Cuando se tiene una administración que no permite cambios que son inevitables hoy en día y vive aferrada a un sistema fallido mundialmente, qué garantías tiene el pueblo de mejorar en todos los aspectos de su vida. Y los atletas en particular que saben que pueden llegar lejos en sus aspiraciones para ver realizados sus sueños de grandezas, no lo piensan dos veces para abandonar la isla, ya es mitología la medalla de la dignidad y el patriotismo, pudo más la necesidad y los deseos de triunfar.

 

Solamente una mínima parte de la población cubana tiene hecho realidad sus sueños de tenerlo todo y vivir sin preocupación alguna, la cúpula gobernante y todos sus familiares, realidad esta que no escapa a todos lo que desean abandonar el país, los que tristemente han perecido en el intento.

 

Si el régimen de la Habana hubiera hecho realidad la cita bíblica que dice: El obrero es digno de su salario, creo que muchas de estas cosas que tristemente pasan en la Patria cubana hoy día no estuvieran ocurriendo, lo que les deseo a esos jóvenes atletas es que logren el sueño americano en el mejor béisbol del mundo, decía un filósofo no recuerdo su nombre parafraseando la cita, muéstrame la grandeza de tu sueño y veras la grandeza de tu realidad, pero para lograrlo hay que escapar buscando sueños de libertad.