Conferencia mundial sobre el SIDA en Montreal
Allí en el puesto, estaban unos doctores con sus batas blancas que entregaban información sobre la enfermedad. Me acerqué a ellos y les hablé, sin esconder que era periodista de Radio Martí. Eran cuatro médicos, pero uno se negaba a hablar.Al segundo día prevaleció más la promesa que todos los médicos hacen en pro de la profesión y accedieron a conversar conmigo. Había uno que estaba un poco vacilante, pero sus compañeros lo disuadieron. -Este doctor me dijo:
-¿Me prometes que vas a dar lo que te diga, en forma completa, sin editar o cambiar lo que diga? Se lo prometí con la mano en el corazón y me creyeron.Lo que me contaron superó todo lo imaginable. Me contaron que existía el Sida en la isla y que los contagiados eran aislados en sitios especiales llamados “Sidatorios”.
Fue tan impactante lo revelado por esos médicos que el ministro cubano de la Salud de aquel tiempo se vio obligado a reconocer públicamente que todo lo dicho había sido verdad. Y la dirección de Radio Martí, especialmente el director Ernesto Betancourt, me otorgó un hermoso premio, que todavía hoy adorna las paredes de mi estudio.
Foto: cortesía de Cubanet.org
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