En las instalaciones carcelarias cubanas hay hacinamiento, escasez de agua, y no existen en general las condiciones mínimas necesarias para evitar la propagación del SARS-CoV-2.

LA HABANA, Cuba.- Desde la prisión Kilo 5 ½ (Kilómetro 5 ½, carretera a Luis Lazo, provincia de Pinar del Río), comunicó a CubaNet Hiosvel Román Ramos que algunos presos han sido trasladados durante los últimos días para la nave 3, donde han sido ubicados los casos confirmados de coronavirus, así como los sospechosos.

El pasado 7 de marzo el mayor Dayron Martínez, segundo jefe de unidad, se presentó en el destacamento 4 para buscar algunos presos con los que renovar el personal de la cocina, dado que los ocho reclusos que trabajaban allí tuvieron que ser aislados (3 de ellos resultaron positivos a la COVID-19).

Hiosvel Román señala que de los 50 internos que integraban su destacamento, solo 26 –de acuerdo con el mayor Martínez– continúan sin infectarse. De ellos, el militar solo logró convencer a 4 presos, pues aunque trabajar en la cocina representaría poder comer un poco mejor, la mayoría prefirió seguir pasando hambre con tal de mantenerse alejados del coronavirus.

Según Román, actualmente la comida para todo el personal de la cárcel –o sea, para reos y militares– la elaboran los civiles del MININT, que hasta el momento cocinaban para los últimos, y los 4 reclusos que aceptaron la tarea reparten, junto con los guardias, la comida de los presos.

La prisión de Kilo 5 ½ consta de tres áreas y una población penal aproximada de 1500 internos. A estos no se les permiten visitas familiares desde comienzos del 2020, por lo que su único contacto con el exterior es a través de los guardias y el personal de servicio. Estos entran y salen de la instalación y no son pocos los que hasta la fecha han sido aislados por estar contagiados.

Varios reos han denunciado igualmente que existen casos de coronavirus en otras prisiones a lo largo del país. Valga subrayar que en las instalaciones carcelarias cubanas hay hacinamiento, escasez de agua, y no existen en general las condiciones mínimas necesarias para mantener la higiene más elemental, mucho menos el lavado de manos con la frecuencia requerida para evitar la propagación de una enfermedad tan letal y contagiosa como el SARS-CoV-2.

Texto: Gladys Linares, cortesía de Cubanet.org. Foto de archivo.