La Habana, Cuba. Modesto Valdivia Brito nunca le tuvo miedo a la muerte. A sus 71 años de edad  ha escapado de su manto en más de una ocasión: fue baleado mientras cumplía misión en Angola y fue víctima de una isquemia cerebral, sin embargo la muerte no pudo vencerlo.

Ahora tiene un nuevo reto. En el contexto actual donde la pandemia del coronavirus continúa cobrando vidas sabe que correr con la misma suerte será difícil por las condiciones de vida que enfrenta.

Modesto, se encuentra hoy un escenario de batalla diferente al que ya había estado acostumbrado, no escucha bombas y tampoco disparos pero sabe que el peligro acecha en las calles de la ciudad, esas que por mucho tiempo han sido su hogar y que ahora está amenazado  por la pandemia de COVID-19. Sabe que no podrá vencer si las autoridades no cambian su delicada situación de vivienda.

Está totalmente desprotegido ante el poderoso enemigo del mundo, la pandemia. El arma principal contra la tenebrosa enfermedad, el  aislamiento social, es básicamente imposible porque no tiene vivienda.

Modesto cuenta que lleva mucho tiempo durmiendo en parques, funerarias, o donde le agarre la noche, situación que lo deja vulnerable a poder quedar contagiado por el virus de la COVID-19, lo cual, por su condición de anciano podría ser mortal, su vida pende de un hilo.

Hace un tiempo que la delicada situación de vivienda de Modesto,  no encuentra amparo en las autoridades pertinentes y menos ahora que la mayoría de las instituciones no están prestando servicio a la población.

Su condición de combatiente asegura que no le ha servido de mucho para que las autoridades se compadezcan de él, y dice que no les importa que su vida se encuentre en riesgo.

Las autoridades llevan tiempo peloteándolo de un lado hacia otro pero la realidad es que no logran solucionarle su problema de vivienda, así que no sabe cómo poder aislarse de la sociedad para proteger su vida.

‘’Vivienda lleva tiempo diciéndome que sí, que me van a resolver’’ ¿pero cuando me van a resolver cuando me muera?

‘’A veces tengo que dormir en el parque, a veces tengo que dormir en la funeraria’’ ¿Cuándo me van a resolver cuando me contagie con la Covid?’’

Ante tales circunstancias, la situación de Modesto continúa empeorando aún más en un panorama donde  la situación epidemiológica del país, obliga al régimen a reforzar e incrementar las medidas de aislamiento social para romper  la cadena de transmisión del virus cuyos casos confirmados ascienden por día

Modesto, aseguró  que la Asociación de Combatientes no ha hecho nada para resolver su situación, y que por el contrario, lo único que han hecho es exigirle el dinero que debe abonar todos los meses a la organización.

‘’Como combatiente no nos atienden en nada….no te dan nada, ni hacen nada. En verdad no les importa si te mueres o no pero si te dicen que tienes que pagar la mensualidad, eso si tienes que pagarlo’’ indicó.

Asimismo, destaca que desde que regresó de Angola en el año 1991 el gobierno nunca se ha interesado en ayudarlo. Supuestamente las autoridades le habían asignado un terreno para construir su casa, pero alega que el mismo fue vendido  por las autoridades de la vivienda a otras personas. Dice que la corrupción que impera en esta institución incluso ha desatado numerosos escándalos.

‘’El terreno mío lo vendieron, estaba con la zapata hecha y todo, pero lo vendieron’’

Entretanto, asegura que se alimenta gracias a la caridad de una hijastra  diariamente le brinda el plato de comida, pero dice que la misma no puede ofrecerle refugio porque son muchos en su núcleo familiar.

‘’ Yo ya les dije, (a las autoridades) resuélvanme una caja de muerto en el cementerio para aunque sea protegerme y dormir, aunque sea en la caja de muerto. No es fácil verse en esta situación a mi edad y pasar la noche por ahí, no es fácil’’ apuntó.

La vivienda continúa siendo una tarea pendiente del régimen de la isla, las autoridades incluso reconocieron públicamente que en la actualidad existe un déficit de más de un millón de viviendas.