Cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo llegó la debacle. Se rompió la mayor planta de oxigeno del país y no hay que esforzarse mucho para calcular las consecuencias.

Según los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei), Cuba produjo 20.726,8 millones de metros cúbicos durante el 2020, muy por debajo de los 31.612 millones que había producido durante el 2015, lo que da una idea del nivel de desabastecimiento que se venía dando desde antes de que se manifestase el primer caso de covid 19. Con la pandemia en su versión más crítica creció la demanda exponencialmente.

En marzo del 2021 esto no era un problema, sin embargo con el incremento de los contagios en fechas posteriores vino el aumento de pacientes con severos problemas respiratorios, se disparó la necesidad de oxigeno medicinal, poniendo en jaque a todo el sistema de salud cubano.

De acuerdo a estudios que se han hecho una persona puede llegar a consumir hasta tres botellones en un día dependiendo la gravedad del padecimiento que le afecta. Durante julio y agosto la escases del gas derivó en cientos de muertes de pacientes que de haberse oxigenado a tiempo habrían sobrevivido sin mayores dificultades.

El gobierno reaccionó ya cuando los reportes médicos de personas muriendo por falta de oxígeno agobiaban por lo reiterado que se hacían.

Tras crear un llamado puesto de dirección nacional con dependencias similares en cada provincia para promover “soluciones ágiles” y “mitigar lo más posible la afectación que puede generar este problema” comenzó a contabilizar, racionar y reubicar las pequeñas partidas que iban quedando.

Una vez más acudió a los socios ideológicos que aún le quedan por el mundo en busca de donaciones. Algunos de estos donaron “pequeñas plantas que ayudaros a amortiguar las circunstancias, a la par que ordenó la compra de emergencia de equipos capaces de crear el oxígeno “en tiempo real y distribuirlo a los pacientes”. Tan solo China donó 50 concentradores de oxígeno.

Como era de esperar no faltó la propaganda. Durante días el Noticiero Nacional de Televisión transmitido en cadena nacional, mostraba imágenes de helicópteros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias cargando destino a otras provincias algunas decenas de cilindros, presentándoselo a los televidentes como si esto fuera suficiente.

Otra arista de la propaganda que generó estupor en conocedores del tema, fue el llenado de los balones con aire comprimido para uso médico, el mismo que se suele utilizar en los tanques de buzos. Según la prensa oficial esto contribuiría al ahorro de oxigeno medicinal.

De inmediato especialistas alertaron que “El 40% de oxígeno al que se llega con este llenado es insuficiente para los pacientes graves y críticos”. Algunos galenos denunciaron en las redes sociales los peligros que su uso entrañaba para la integridad de los pacientes.

Durante los últimos días de Julio e inicio de agosto personas en las redes sociales fueron alzando en tono para denunciar la muerte de personas cercanas por falta de oxígeno e iniciar una campaña que permitiese ingresar al país recursos que pusieran fin a la crisis.

No obstante todas las evidencias, funcionarios como Juan José Pulido, jefe del Departamento de Atención Médica de la Dirección Provincial de Salud en Villa Clara siguen negando que pacientes hubieran fallecido por falta de oxígeno.

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