“¡Aceptar esta deuda, es como pagarla a sudor de esclavo!”.
Recién escuchamos la preocupante noticia del encarcelamiento y huelga de hambre del activista Pablo Moya Delá, acusado por evasión de impuesto y recluido en la cárcel conocida como Aguadores en Santiago de Cuba. Pablo o el Marino como le llamamos por haber sido miembro de la marina mercante, lo conocí en ocasión de solicitarme un servicio para la reparación de un equipo de refrigeración en su restaurante, trabajador responsable, emprendedor atrevido, hombre de fe, un negro ya entrado en los sesenta años. Recuérdole ver cuando dirigía las maniobras de un buldócer preparando con ilusión un terreno en la calle central de Palma Soriano para construir allí un restaurante, pero lo que nunca se imaginó, es que al mismo tiempo estaba preparando el lugar para el inicio de su rebelión.
Esta historia de la cual fui parte comenzó en el mes de septiembre del 2013, al recibir Pablo la resolución 927 de la (Oficina Nacional de Administración Tributaria) ONAT de Palma Soriano, donde le notificaban que la declaración jurada emitida por el, para el periodo 2012 pasado estaba falseada u alterada; recargándole entonces la ONAT una deuda de: 21,133.00 $ (veintiún mil ciento treinta y tres pesos), todo esto entre moras y multas fiscales, aunque Pablo no fue el único afectado con esa medida; también estuvieron otros dueños de restaurantes, transportistas, etc, con deudas de hasta 120,000 $(ciento veinte mil pesos).
Es entonces que este negro rebelde convoca en su paladar a todos los afectados por esta resolución y en conjunto darle solución a un problema que amenazaba la estabilidad económica de todas aquellas personas y sus familias, esto fue muy sonado en la ciudad ya que el encuentro estuvo rodeado por gran número de efectivos de la policía y la seguridad cubana, tanto dentro como fuera del recinto. Luego de la reunión, Pablo fue citado y amenazado por el Departamento de la Seguridad cubana, por lo que muchos de sus compañeros atemorizados desistieran del reclamo, decidiendo este entonces solicitar apoyo entre los miembros de la sociedad civil del municipio.
Al analizar la cuestión, reunidos varios activistas en mi vivienda, estudiamos el procedimiento usado por la ONAT, para emitir estas desproporcionadas deudas. El mismo Pablo explicaba y luego presento como argumento en su queja ante esta institución que:“ el decreto No 308, Cap V, de la deuda tributaria, sección primera, articulo 67, o sea el método de cálculo usado o régimen de “presunción indirecta”; no calificaba para imponer esas deudas arbitrarias e injustas como las califico en el documento; debido a que este método solo se usa cuando no exista declaración jurada, o estuviere incorrecta, que el tributario se resistiera u obstruyera el proceso y que por tanto ninguna de las situaciones antes explicadas calificaban en su caso, además que según los propios procedimientos legales, se debe hacer un muestreo y así tener la ONAT elementos de peso para decidir tal cuestión”. Concluyendo así el texto de su queja:
“Que si se va aplicar este método cada vez que la administración así lo estime pertinente, entonces estamos desde ahora mismo condenados a ser multados para los próximos años”.
Luego del encarcelamiento de Pablo hice contacto con su hijo Dainer Moya García, confirmándome este los veintiún días que Pablo estuvo en huelga de hambre en protesta por todas las injusticias cometidas en su causa, de cómo se le celebró el juicio a puertas cerradas y sin la asistencia de ningún familiar. Esta decisión de Pablo de enfrentar al sistema impositivo cubano, más el de intentar representar a todos los trabajadores afectados no solo le ha costado persecución y encarcelamiento, sino su ruina como empresario y emprendedor.
Yo fui testigo de Pablo cuando declaró en la reunión:
“¡Aceptar esta deuda, es como pagarla a sudor de esclavo!”.
Lo que nunca imaginé es que siendo consecuente en su declaración se convirtiera en un cimarrón.
Después de su rebelión Pablo fundo su palenque en los barrios más pobres de la Habana, según coterráneos que lo vieron, me dijeron que se dedicaba a la recolección de latas de cervezas vacías para posterior venderlas como materia prima, hasta que un día mientras vendía lechugas en una carretilla de esas que se usan en la construcción, fue detenido por la policía y de ahí a rodar por varias estaciones policiales hasta terminar en la cárcel de Aguadores en Santiago de Cuba.
La política tributaria en Cuba es absurda e injusta, calificadas así tanto por expertos extranjeros como por algunos funcionarios de la ONAT, por ejemplo ¿qué hace un estado cobrándole impuestos a las propias empresas estatales?, ¿acaso esto no es como sacarse un billete del bolcillo derecho para ponerlo en el izquierdo? Está el caso de un camionero del grupo de Pablo, que ante tanta indefensión decidió vender su camión, pagar su enorme deuda e irse del municipio; la dueña de un restaurante, la señora Nancy Vargas con 17,478.59 $(diecisiete mil cuatrocientos setenta y ocho pesos con 59 centavos) de deuda, debuto una diabetes a causa precisamente de este hecho, quien redacta este artículo que por confusión y lo engorroso del proceso obvie pagar algunas obligaciones y al final de año recibí multas y recargos por más de 2000$ ( dos mil pesos), sin recibir siquiera alguna citación o aviso de mora de esta institución.
No abundemos aquí siquiera de la ausencia del tan prometido mercado mayorista, ni de la ausencia de garantías legales que reconozca oficialmente el trabajo privado, ni de los intermitentes operativos con fuerzas combinadas de la policía e inspectores de Finanzas y precios con sus desproporcionadas multas, recordándole siempre al cuenta propia: “ eres el abominable embrión del capitalismo en Cuba y por lo tanto de ese estado no pasaras”, ¿ y qué del burlesco nuevo decreto ley que posibilita a los cuenta propias exportar e importar insumos a través del puerto del Mariel?, no sin antes depositar el veinte por ciento del efectivo de inversión en los bancos estatales, como ofrenda propicia al todopoderoso Dios estado, por la gracia dada a estos pobres mortales de realizar algo que por principio sacrosanto le corresponde solo al estado socialista, ¿y qué de esa obsesión marcada en controlar desde una actividad como la de forrador de botones hasta el de desmochador de Palma?, algo lógico en su naturaleza totalitaria, siéndoles inevitable pasar siempre de lo sublime a lo ridículo.
Esta incoherencia en la política económica de todos los sistemas totalitarios en tratar de salir de sus crisis, tirando de los mecanismos del sistemas de mercado libre como por ejemplo: La NEP (La Nueva Política Económica), instituida por la joven Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1920, en medio de una desbastadora hambruna y guerra civil, algo similar también fue hecho por el régimen cubano en lo llamado: “Medidas Estratégicas para Salvar la Revolución y el Socialismo” durante el Periodo Especial y dentro de ellas está el Trabajo por Cuenta Propia y su sistema impositivo,
Pero en ese intento de mesclar el aceite y el vinagre por la llamada generación histórica en el que llevan ya más de sesenta años; ahí está nuestro negro Pablo, preso no por evadir impuestos, sino por reclamar derechos, el de él y de los demás, por intentar llamar a la cordura en medio de esta locura institucionalizada, de la cual nos han hecho parte sin ni siquiera preguntarnos, en esencia por pretender hacer valer la dignidad Humana, al no pagar un impuesto-multa a sudor de esclavo.
Ahora la pregunta que queda es: ¿contemplaremos al negro Pablo encadenado al cepo moderno con el típico terror de las dotaciones esclavas?
Si lo hacemos así y más en estos momentos donde ya la inmensa mayoría de los cubanos hemos probado del nuevo fruto del bien y el mal que se llama INTERNET y sus redes sociales, más usadas para ligar o cotillear que para levantar voluntades, donde muchos ya hemos logrado salir y vivir fuera del barracón y ver lo justo y lo injusto del mundo; donde algunos atrevidos dentro de Cuba llamados disidentes que también a base de cepo, han logrado divulgar el evangelio de los Derechos Humanos, que no es más que el fundamento por el cual se guio nuestro negro Pablo; entonces ya no sería el régimen cubano el máximo responsable de todo lo torcido en este país, sino que nosotros también.
Foto: ADN-Cuba
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